Desde que bajé del avión hasta que llegamos al centro de Bamako, recuerdo que apenas dije nada. Me impresionaron las casas con tejados de paja, los puestos de madera mil veces reutilizada, o los animales por las calles. Mientras cruzábamos la ciudad, llegué a pensar que el padre Emilio, el misionero que nos había venido a recoger, me tomaría por mudo. Yo era como una sonda que hubiese caído en un planeta extraño, y que necesitase procesar de algún modo todo lo que estaba viendo. Por aquel entonces ya escribía, y tenía la necesidad de explicar aquello. Pero sólo acerté a anotar en mi libreta, que más que haber viajado en el espacio, a un país llamado Malí, en África, sentía haberlo hecho en el tiempo, a un poblado pobre y humilde de Europa, de hace cien años. Conforme pasaron los días, me fui dando cuenta de lo acertado de esa primera sensación. No sólo por las carencias que observé, sino porque descubrí la presencia de unos valores, que nosotros desgraciadamente casi hemos perdido.
Este libro contiene dieciséis relatos cortos sobre mi experiencia en Malí, colaborando con la ONG: Amigos de Malí.
Es posible adquirirlo como un donativo para dicha ONG, que realiza tareas de ayuda en este país. Si te interesa tenerlo ponte en contacto en el correo: jaborre@telefonica.net
